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El Ciclismo
El ciclismo es un deporte que premia la paciencia, la constancia y la capacidad de resistir tanto el dolor como la duda. A lo largo de la historia, pocos ciclistas latinoamericanos han logrado destacar en las grandes vueltas europeas. Nombres como Lucho Herrera, Nairo Quintana y Richard Carapaz han escrito páginas gloriosas para Sudamérica. Sin embargo, en este 2025, un joven de Ensenada, Baja California, cambió la narrativa para México: Isaac del Toro.
Con apenas 21 años, y en su primera participación en una gran vuelta, Del Toro no solo fue protagonista etapa tras etapa del Giro de Italia 2025, sino que llevó el nombre de México al podio de una de las carreras más emblemáticas del ciclismo mundial. Su valentía, inteligencia táctica y resistencia física marcaron una actuación que ya es considerada histórica para el deporte nacional.
De Promesa a Realidad
Isaac del Toro ya había dado señales de su enorme potencial desde que conquistó el Tour de l'Avenir en 2023, una carrera que ha sido el trampolín de futuras estrellas del ciclismo como Tadej Pogačar y Egan Bernal. Su fichaje por el UAE Team Emirates le abrió las puertas del primer nivel, y rápidamente comenzó a mostrarse como una pieza clave para el equipo.
En el Giro, Del Toro no fue un gregario más ni un joven en formación, fue un corredor determinante, capaz de aguantar con los mejores en la alta montaña, disputar bonificaciones en los finales explosivos y ayudar a su equipo en situaciones tácticas complejas. Durante la primera semana, sorprendió a todos al vestir la maglia rosa (camiseta rosa del líder general), convirtiéndose en el primer mexicano en lograrlo en la historia del Giro . A partir de ese momento, con corte a la Etapa 19 del 30 de mayo, se mantuvo como cabecilla del Giro y estuvo cerca de ser el vencedor.
Una tercera semana de leyenda
Fue en la tercera semana, cuando las piernas de muchos ciclistas ya no responden, que Del Toro se volvió leyenda. En la durísima etapa con final en el Passo dello Stelvio, no solo aguantó los ataques de los favoritos, sino que fue él quien puso el ritmo, seleccionando el grupo de élite con una madurez impropia de su edad.
En la penúltima etapa, una contrarreloj técnica y exigente, Isaac cedió el liderato ante Simon Yates, quien lanzó un ataque decisivo en el ascenso a Finestre, ganando finalmente con casi cuatro minutos de ventaja . A pesar de ello, Del Toro terminó segundo en la clasificación general, logrando su primer podio en una gran vuelta, y se quedó con la maglia blanca como el mejor ciclista joven de la competencia.
Su actuación fue aplaudida por leyendas del deporte, y varios medios internacionales lo calificaron como “la revelación del Giro” y “el futuro del ciclismo mundial”.
Una generación se despierta
Más allá de los números y del podio, el impacto de Isaac del Toro trasciende lo deportivo. Su éxito ha sido un poderoso catalizador para una nueva generación de ciclistas mexicanos, que ahora ven que sí es posible competir y ganar en Europa. En las calles, en las pistas y en las rutas del país, miles de jóvenes han encontrado inspiración en un chico que, hace apenas unos años, entrenaba en solitario por las carreteras de Baja California.
El ciclismo en México siempre ha tenido talento, pero faltaba una figura capaz de romper el techo de cristal. Del Toro lo ha hecho, y con estilo propio
El Ángel se viste de rosa
La magnitud de lo conseguido por Del Toro se hizo tangible el domingo 1 de junio de 2025, cuando cientos de aficionados, ciclistas amateurs y familias enteras se dieron cita en el Ángel de la Independencia en Ciudad de México, vestidos de rosa, el color que identifica al líder del Giro de Italia. No era un festejo oficial, ni convocado por alguna institución, sino una expresión auténtica y colectiva de orgullo.
Ciclistas de ruta, bicimensajeros, riders urbanos, mujeres y hombres de todas las edades celebraron no solo el resultado deportivo, sino la emoción de sentirse parte de algo más grande. Aplausos, lágrimas, fotos, bicicletas con cintas rosas, y hasta pancartas con frases como “Isaac nos enseñó a soñar” o “El Giro es nuestro”.
Fue un momento simbólico, de esos que definen generaciones. Porque Isaac del Toro no solo subió al podio del Giro, nos subió a todos con él. Y México, por fin, se ve reflejado en la élite del ciclismo mundial.