Los cascos están diseñados para absorber los golpes en la cabeza gracias a los materiales con los que están fabricados.
Un buen casco puede salvarte la vida, pero recuerda que nada puede durar para siempre y los cascos no son la excepción, a lo mejor pensabas que siempre te iba acompañar, pero lamentamos decirte que esto no es posible. Los fabricantes y expertos aconsejan cambiar de casco en periodos de 3 a 5 años, pero ten en cuenta el uso que le has dado; es decir, que tan seguido te lo pones, que tipo de golpes ha sufrido, que señales de daño tiene, tal vez tiene grietas o las almohadillas ya perdieron su acolchado.
Pon atención a todas estas señales, porque seguramente ya es hora de ir por un casco nuevo, recuerda que hasta los pequeños e insignificantes golpes acortan la vida de tu casco, incluso si no ha sufrido impactos ni daños, te recomendamos reemplazarlo después de tres años.
La mayoría cuentan con una etiqueta en su interior en donde nos muestran los sellos de calidad y la fecha de caducidad, partiendo de esta fecha toma un aproximado de la vida útil de tu casco.
Si no conoces de qué materiales están hecho los cascos, aquí te lo decimos:
El corcho es poliestireno expandido, que son una especie de bolitas que baja presión e hidratación se hinchan y compactan formando una estructura rígida muy absorbente ante cualquier impacto. La vida de este material es de aproximadamente 5 años, el sudor y el agua lo afectan notablemente.
La parte exterior o plancha es de policarbonato moldeado. Es el material más duro y resistente, al estar expuesto a las altas temperaturas, hace que se degrade o incluso que se despegue de su unión al corcho, para evitar esto, cuando no lo uses protégelo del calor.
Las correas son de nylon, las partes de ajuste y fijación son de materiales plásticos muy rígidos. Al tener contacto con las orejas, que es la zona de sudoración constante, hace que las correas se desgasten más rápido de lo habitual.
Al conocer los materiales de tu casco, te vamos a dar unos tips para que puedas mantenerlo lo más limpio posible, para que alargues un poco más su vida útil. Siempre recuerda leer el manual de uso para no dañar los materiales.
Te recomendamos que después de que sales a pedalear laves tu casco, para que las propiedades del sudor no se acumulen y deterioren las partes importantes de este. Si notas que las almohadillas están desgastadas o su acolchado está muy plano puedes cambiarla, toma en cuenta el modelo y tamaño, normalmente todas las marcas fabrican almohadillas de recambio.
Cada cierto tiempo revisa minuciosamente tu casco, no debe presentar grietas o signos de deterioro. Las hebillas o cierres deben de cerrar correctamente para que tu casco se mantenga en el lugar correcto.
La estructura interna también se debe revisar, no debe presentar signos de desgaste o grietas importantes.
Lo más recomendable es que si tu casco llegará a tener cualquier daño, cambialo por uno nuevo.
Tú más que nadie conoce el uso y cuidados que le das a tu casco, guíate también en eso y no esperes a que se rompa o se despegue para comprarte otro.
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Referencias:
blog.trekbikes.com
www.santafixie.com